Resumen:
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Las reflexiones sobre ciudadanos que se vuelven consumidores son abundantes. Pero si se acepta acríticamente este nuevo rol, lo político pierde sentido para tornarse producto. El poder, desplazado de la institucionalidad, se ubica en otras áreas de la hegemonía que luchan por conducirlo. Es así como la mediación entre los ciudadanos y el poder encuentra otros caminos. Consultores en marketing político, encuestadores, asesores de imagen y comunicación cobran importancia. Sus recetas se repiten hasta el hartazgo y encuentran en los medios masivos de comunicación el espacio propicio para discutir los lineamientos de la nueva política. Esto es: la detracción de su práctica y de la ideología.
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