Resumen:
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La Educación Inclusiva implica que todos los niños, jóvenes y adultos de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de su origen, sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan cualquier problema de aprendizaje o discapacidad. Se trata de una escuela que no pone requisitos de entrada ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación. En la escuela inclusiva, todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales. La Educación Inclusiva se fundamenta en las bases de las diferentes legislaciones, acuerdos y tratados internacionales que defienden el derecho a la educación para todos. Así es como la educación inclusiva surge del convencimiento de que el derecho a la educación es un derecho humano básico y que se constituye como fundamental para construir una sociedad más justa. En el campo educativo, muchos de los trabajos que se encuentran en la búsqueda bibliográfica se enfocan en estudiar cómo el proceso de inclusión impacta en la vida de los estudiantes con discapacidad y sus familias. Otros abarcan la perspectiva de los maestros, que se abren a una nueva experiencia al trabajar con niños o jóvenes con discapacidad en las aulas de una escuela común, aportando en la mayoría de los casos estrategias metodológicas y sugerencias para favorecer el proceso de inclusión. Es por ello que se aborda dicho proceso, pero desde la mirada de los estudiantes sin discapacidad. Se busca conocer qué piensan, qué sienten y como desde la experiencia de la convivencia escolar diaria construyen el sentido de IE. Diversos estudios resumen los beneficios de la inclusión para aquellos estudiantes sin ningún tipo de discapacidad. Entre ellos se mencionan: un incremento en el reconocimiento y la aceptación de las diferencias individuales y la diversidad, respeto para todas las personas, preparación para la vida adulta en una sociedad inclusiva y oportunidades para dominar actividades a través de la práctica y la enseñanza a otros. Todos los estudiantes se benefician del aprendizaje cooperativo: el estudiante que explica a otro estudiante retiene mucho mejor la información y a más largo plazo y las necesidades de los estudiantes que están aprendiendo se abordan mejor por un compañero cuyo nivel de conocimiento es solo ligeramente más alto que el suyo. En contraposición a la idea de que la inclusión de todos los estudiantes puede ir en detrimento de altos logros en educación y se produce a expensas de los estudiantes sin discapacidad, sin tener en cuenta lo que en ellos genera, es que se adhiere a los aportes sobre los beneficios mencionados. Y se suma el convencimiento de que los valores se aprenden de las relaciones humanas, con el aporte de las experiencias y los diversos contextos que modelan las actitudes de cada persona. La escuela es una de las primeras experiencias de convivencia directa donde se pone de manifiesto la diversidad de todos sus miembros. Es allí donde tienen lugar las trayectorias escolares de cada estudiante, a través de las que se conocerá la realidad en forma vivencia!, más allá de los aportes de las teorías y de lo prescripto en leyes y resoluciones
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