Resumen:
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A la manera del ©rase una vez, ocurri3 un d a aciago. La amenaza que acechaba al mundo lleg3 a los salones de clases. La m¡xima autoridad de la escuela dio la orden categ3rica: Se cierran las aulas hasta nuevo aviso. Sus actores todav a no terminaban de asimilar el impacto de la frase cuando cay3 la segunda parte del edicto: Y debemos seguir hasta concluir el semestre. ¿Qu© pas3 con los profesores y estudiantes en ese mar de confusiones? ¿Qu© hicieron y qu© dejaron de hacer? ¿C3mo negociaron con el miedo, la fragilidad y la incertidumbre? ¿C3mo con la nostalgia que provoca ser arrancado del territorio donde han echado ra ces?El profesorado frente a la pandemia. Relatos desde el curso del desastre, testimonian lo ocurrido en esos meses de confusi3n constante. Hay tanto revuelo que cabe preguntarnos: ¿Qu© pasar¡ cuando acabe la pandemia? ¿Estaremos fabricando escombros? Los relatos de los docentes aseguran que no, que la escuela sigue siendo el sitio en el que hay que estar, nadie lo ha destruido, es m¡s, nadie lo puede destruir. Lo que tenemos que reconstituir es el territorio, el espacio comºn, el h¡bitat del profesor, el viejo sitio del encuentro educativo que deber¡ ser el mismo, en su esencia, y seguramente otro, en sus formas. Para ello habr¡ tiempo
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